Como es costumbre comienzo el post nombrando un libro, "Historias para calentar el corazón" de Jack Canfield y Mark Victor Hansen. Recordando algunas historias que dejan huella, he encontrado una que he leído hace algunos años. Es un texto de Edgar Bledsoe y explica con esta simple experiencia de vida como cargamos la mochila de nuestros hijos con verdades muy concretas pero no menos crueles. Ahí va!
Corría el año 1933, yo estaba desempleado y no podía mas contribuir con los gastos de la casa. Nuestros únicos ingresos provenían de mi madre que hacia ropa para otros. Entonces paso lo peor, a consecuencia del agotamiento, la pobreza y la debilidad mi madre cae enferma durante algunas semanas y es incapaz de trabajar. Comenzaron cortándonos la luz por no poder pagar, luego fue el agua, que a los pocos días fue reinstalada por una cuestión sanitaria. La alacena estaba continuamente vacía pero gracias al pequeño huerto que teníamos en el jardín trasero podíamos comer y cocinar legumbres en una hoguera de piedra.
Un día mi hermana pequeña vino saltando, contenta de alegría de la escuela diciendo:
- Mañana tenemos que llevar a la escuela alguna cosa que dar a los pobres.
Mi madre comenzó a indignarse y le contestó:
- No conozco a nadie más pobre que nosotros.
Más mi abuela, que estaba viviendo con nosotros en esa época, la hizo callar frunciendo las cejas y tocándola en el brazo:
-Eva - dijo- si tu le pasas a un niña tan pequeña la idea de que es "pobre", ella será pobre para el resto de la vida. Sobró un bote de aquella mermelada casera que hicimos juntas, ella puede llevarlo mañana al colegio.
Mi abuela rebuscó en los cajones de mueble del comedor un trozo de papel de seda con el cual envolvió el bote de mermelada, lo engalanó con unas flores secas del jardín que olían a gloria. Mi hermana fue ese día saltando al colegio llevando orgullosamente su "regalito para los pobres".
Conclusión: Para siempre después de ese día, si había un problema en la comunidad, mi hermana presumía que ella tenía que ser parte de la solución. Lo material nunca te hace pobre o rico, el verdadero sentimiento de pobreza se crea mediante la frustración de anhelar aquello que deseamos"
Les dejo un vídeo que ha hecho llorar a Tailandia!
Una buena manera de focalizar la ira que los adultos llevamos dentro y reconocer que muchas veces ellos, los más débiles serán la solución en el futuro.
Les dejo un vídeo que ha hecho llorar a Tailandia!
Una buena manera de focalizar la ira que los adultos llevamos dentro y reconocer que muchas veces ellos, los más débiles serán la solución en el futuro.
LO QUE SIEMBRAS COSECHAS
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