El oso conocido por ser el protector de la infancia se le atribuyen los conocimientos primitivos de la civilización. Como “maestro iniciador” podemos decir que nos ayuda a conocer el aspecto femenino del Universo, protegiendo y nutriéndonos con sus valores. Estos valores maternales son plasmados desde la antigüedad hacia los niños que interactuan con ositos de peluche. Estos tienen la misión de ayudarlos a conciliar el sueño, jugar y expresar sentimientos amorosos tales como los abrazos. También generan compañía a los niños tal cual realiza mamá osa con los oseznos, así llegamos a reconocer su fama de sabio, de tener poderes curativos y de poseer una amplia intuición, características especificas que poseen las madres. En general es valorado por su valor y poderes especiales tales como los viajes espirituales (que hacen mientras hibernan), la clarividencia y la memoria.
Los nativos Navajos y los Pima estaban convencidos que si veían un oso en el bosque esa zona del mismo era sagrada y que en ella vivían espíritus buenos.
Si tienes el oso como animal de poder empléalo como:
· Símbolo de la creación, el renacimiento, la sabiduría y la fertilidad.
· Busca el orden a partir del caos.
· Herramienta para abrazar nuestro guía interior y utilizar la sabiduría ancestral que todos llevamos dentro.
· Trabaja la introspección, el autoconocimiento, la curación, la soledad, la autosuficiencia, el cambio, la comunicación con el Espíritu, la muerte y el renacimiento entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario